Los aceites infusionados o aromatizados son aquellos que añaden distintos aromas que vienen de las hierbas y otras especias. Y aunque existen miles de opciones en tiendas, no hay nada mejor que hacer los propios. Así que a continuación te doy un par de ideas para que prepares los tuyos y disfrutes el sabor de tus comidas.
Aceite infusionado con limón
Este aceite es muy fresco, ideal para cortes de carne. Para ello introduce en una botella de 1 litro de aceite de oliva extra virgen, la cáscara de 2 limones previamente limpios. Tapa y deja reposar para que el sabor se intensifique.
Aceite infusionado con ajo
Este aceite es excelente para vegetales asados. Para ello introduce en una botella de 1 litro de aceite de oliva extra virgen, 4 dientes de ajo previamente cortados por la mitad, unos granos de pimienta y una hoja de laurel. Tapa y deja reposar al menos 4 semanas para que el sabor se intensifique. No hay necesidad de filtrarlo.
Aceite infusionado con albahaca
Este aceite le da un toque perfecto a las pastas y carnes. Para ello introduce en una botella de 1 litro de aceite de oliva extra virgen al menos unas 40 hojas de albahaca previamente lavadas y secas. Es importante que las hojas se queden bien sumergidas en el aceite. Tapa y deja reposar 20 días para que el sabor se intensifique.
Aceite infusionado con guindilla
Este aceite es de un sabor intenso, por lo que da un toque picante a las comidas. Para ello introduce en una botella de 1 litro de aceite de oliva extra virgen, 60 g de guindillas frescas o 30 g de guindillas secas y una hoja de laurel. Tapa y deja reposar unos días. Destapa y prueba para checar la intensidad de picante, ya sea que lo filtres, o bien, los dejes ahí.
Como verás, estos aceites infusionados son muy fáciles de preparar y podrán potenciar el sabor de tus platos.
Imagen: guiademanualidades