Con la llegada del buen clima, la bicicleta se convierte en la mejor aliada para ejercitarse al aire libre. Sin embargo, tras una rutina de pedaleo, es probable que hayamos sentido una molestia que no llega a la gravedad de una lesión, pero que si nos ha forzado a tener que aparcar la bicicleta por un tiempo. Así que te mostramos las molestias más comunes entre los ciclistas para que puedas evitarlas en la medida de lo posible y sigas con el entrenamiento a tope.
Dolor de rodillas
Las molestias de las rodillas o en los tendones y ligamentos que están unidos a los músculos de las piernas, es de los malestares más frecuentes en los ciclistas. Estos dolores se deben a lesiones previas mal curadas o a un pedaleo incorrecto que es por un ajuste erróneo de la altura del sillín.
Si el sillín es muy bajo, se notaran molestias en la parte delantera de la rodilla. Por el contrario, si es muy alto, pueden aparecer molestias en la zona posterior, entre los gemelos y los isquiotibiales. Así que habría que ajustar correctamente la altura para que desaparezca el malestar.
Dolor en el trasero
Si después de andar en bicicleta, sientes molestias en el trasero o la entrepierna, es preciso ponerle remedio. La solución no siempre es cambiar el sillín o poner una funda de gel acolchada. También habría que realizar más arreglos, ya que las molestias en el suelo pélvico no proviene solo del sillín. Algunas veces depende de la geometría de la bici y la postura en la que se pedalea.
Entre la bicicleta y el ciclista existen 6 puntos de contacto (2 pies, 2 manos y 2 isquiones). El reparto del peso del ciclista se puede analizar mediante vectores, en función de la posición de la bicicleta, ángulos de pedaleo, etcétera.
Hormigueo en manos
Al pasar varias horas en una posición incorrecta sobre la bici, está la posibilidad de sentir esa sensación de hormigueo y adormecimiento en la zona del dedo meñique y se extiende al resto de la mano. Dicha molestia es habitual que parezca, la cual se conoce como parestesia y perdura varios días después del entrenamiento. Aunque el entumecimiento no resta capacidad motora en la mano, puede resultar inquietante. Esta dolencia se debe a la compresión excesiva del nervio ulnar o nervio cubital que recorre el brazo.
Las causas pueden ser unas manetas de freno mal colocadas, un manillar muy alejado o una postura que obliga a cargar mucho peso en las manos. Para evitarlo, es preciso que las manos, muñecas y antebrazos formen una línea recta. Otra precaución es usar guantes con acolchado en la zona de la palma y colocar unos puños ergonómicos en el manillar.
Así que si al montarte en la bici, presentas alguna de estas molestias, evítalas con estos simples consejos para que al final no termines odiando el entrenamiento.