Hacer deporte o alguna actividad física proporciona un impacto positivo en la salud. Por ejemplo, una actividad como el andar en bici reduce las posibilidades de muerte prematura en un 40%, según un estudio reciente de la Universidad de Glasgow publicado por el Breathe Journal of Medicine. Por ello, una vez que somos conscientes de la importancia del ejercicio, debemos llenarnos de buenos propósitos para poder cumplirlas y lograr el objetivo. Además de ello, es conveniente retarnos a nosotros mismos para cumplir nuevas metas. Incluso el seguir ciertas recomendaciones podrán duplicar los efecto tras el ejercicio. Así que vayamos a conocerlas.
Descansar bien
Aunque pareciera una paradoja, el deporte y el sueño son importantes. Así que es fundamental respetar los ritmos circadianos o las horas de descanso que nos marcan nuestro reloj biológico. De no hacerlo, las consecuencias más visibles son cansancio, un sistema inmune débil, estrés y, por ende, empezar a sentirnos desmotivados y sin fuerzas para ejercitarnos.
Cuidar la alimentación
Lo ideal es no tomar nada sólido antes entrenar y no ejercitarse a la hora o dos horas siguientes a las comidas principales. Si el cuerpo no está acostumbrado al ayuno, se podrían incluir pequeños snacks saludables como barritas de granola, yogur o fruta. Igualmente dejar un pequeño margen de alrededor de 30 minutos para que se asimile todo antes del ejercicio. Además, habría que evitar productos procesados y azucarados que restan energía y nos hace sentir perezosos, desmotivados y de mal humor.
Practicar en compañía
Si aún te cuesta encontrar el momento justo para ejercitarte, busca un buen grupo de compañeros que entrenen contigo. Seguramente te divertirás y podrás socializar, comentar y comparar. Así ya no habrá excusas para evitar el ejercicio.
Motivación con música
La música es un excelente motivador para el ejercicio, a menos que practiques actividades dirigidas. Por ello, crea una buena playlist para tu momento de entrenamiento que te permita concentrarte y evadir cualquier preocupación. Seguramente te cansarás menos y tendrás más ganas de que llegue ese momento del día.
No excederte
El exceso de entrenamiento resulta un hábito negativo que puede causar lesiones. Lo mejor es buscar el momento que te guste y crear una rutina para conseguir el objetivo que te habías propuesto. Recuerda escuchar tu cuerpo, ya que es él que te marcará el camino a seguir.
Así que si empieza tus entrenamientos con estos consejos para que te sientas beneficiado de todo ello ¡Gánale a la pereza!