Aunque parezca sorprendente, el anís es una planta aromática que ayuda a minimizar y prevenir la aparición de arrugas. Es por ello que muchas personas han considerado este valioso ingrediente como parte de su rutina de belleza. Así que en el momento en que detectas una arruga, te darás cuenta de que estás entrando en otra etapa, por lo que habría que cuidarse aún más.
Anís contra las arrugas
En primer lugar, el anís tiene cualidades sedantes. La relajación es primordial para que los músculos del rostro no se contraigan y, por tanto, cesen un poco las líneas de expresión.
Un estudio publicado en ISRN pharmaceutics señala que, el anís contiene antioxidantes. Incluso favorece la producción de colágeno, molécula que garantiza que la piel esté tersa, lisa y uniforme.
Tratamiento con anís
El preparar una mascarilla natural con anís para las arrugas es muy fácil y con ingredientes 100% naturales, siendo una ventaja para la cosmética alternativa.
Para ello vierte 1 taza de agua en una olla y lleva el fuego hasta que llegue ebullición. Deja que el agua repose durante unos minutos. A continuación, incorpora 4 cucharadas de semilla de anís para que se haga una decocción durante un par de minutos. Cubre el recipiente para que el preparado no pierda sus propiedades con la evaporación.
Cuando se enfríe la infusión, puedes usarla directamente con los dedos o con un algodón. No es necesario enjuagar la cara e incluso puedes aprovechar y utilizar el tratamiento de noche como complemento. Usa durante un mes y notarás los resultados.
Además de ser un botóx natural, el anís es un remedio ancestral contra el dolor de estómago, los gases y la acidez. Asimismo, es excelente para calmar los nervios.
Como te podrás dar cuenta, el anís es un remedio para la cosmética alternativa que ayuda a combatir las arrugas de manera natural y, lo mejor de todo, es que está al alcance de todos.
Imagen: wellme