La práctica de la meditación es el secreto para controlar la actividad mental, mejorar la circulación cerebral, mantener el bienestar, la serenidad y la calma, tonificar el cuerpo, clarificar la mente, armonizar el pensamiento y relajar el cerebro, entre otras cosas. Si se ejercita todos los días podrás expandir tu conciencia. Durante la práctica no es preciso obtener algo, dado que su objetivo es solamente la concentración en la posición, la actitud del espíritu y la respiración.
Quizás también te pueda interesar: La meditación ayuda a disipar los dolores y mucho más ¡Mira cuáles son sus beneficios!
¿Cómo hacer la meditación paso a paso?
1. Siéntate en el centro del almohadón o cojín redondo y cruza las piernas en posición de loto o medio loto.
2. Apóyate firmemente en el suelo con las rodillas. En la postura del loto, los pies deben oprimir cada muslo para comprender los puntos de acupuntura de los meridianos de la vesícula, el hígado y el riñón.
3. Pon la mano izquierda sobre la derecha, con las palmas hacia el cielo, los pulgares deben permanecer en contacto con las puntas. Las manos forman un óvalo y se encuentran en contacto con el centro de energía situado algunos centímetros por debajo del ombligo.
4. Los hombros caen naturalmente hacia atrás. La punta de la lengua toca el paladar. La mirada tiene que posarse a un metro de distancia y estar dirigida hacia el interior. Los ojos, semicerrados, no miran nada, a pesar que de manera intuitiva lo ven todo.
5. En la meditación zen es importante dejar pasar los pensamientos, las imágenes que surgen en la mente, y concentrarse solamente en la postura.
6. Inhala a partir del plexo y exhala empujando sobre la parte situada debajo del ombligo.
Te recomendamos leer: Abre tus chakras con estas posturas de Yoga
Practica al amanecer y al atardecer para experimentar una gran calma. Si no puedes practicar en algún espacio zen que esté cerca de tu casa, escoge un lugar relajado, lejos de los ruidos, de la familia y del teléfono.