Los plátanos o bananas son los frutos de unas palmeras conocidas como plataneros, pertenecientes a la familia de las Musáceas. Estos provienen del sudeste asiático y, desde allí, se han extendido hacia la India. Después, aparecieron en África gracias a los navegantes portugueses y, posteriormente, entraron en América desde Santo Domingo. El cultivo de los plátanos conforma el segundo cultivo del mundo después de las naranjas. Hay diversos tipos de plátanos, pero todos ellos cuentan con las mismas propiedades y beneficios que aquí te contamos.
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Plátano, rico en carbohidratos, potasio y minerales
Los plátanos son muy ricos en carbohidratos, por lo que ayudan a nutrir nuestro organismo de energía. Aunque es muy rico en azúcares, esto se ve compensado por su escaso contenido en grasas. Además, contiene fibra, la cual ayuda a regular el tránsito intestinal y la absorción de los azúcares, y evitar el estreñimiento.
Por otro lado, aporta vitaminas del complejo B, vitaminas C y A, magnesio y potasio, lo que ayuda a eliminar las toxinas y el sodio del organismo, evitando así la gota, la presión arterial, etcétera. Asimismo, su contenido en potasio favorece la recuperación de en estados de depresión, como así también evita calambres musculares, mejora la circulación sanguínea, fortalece los músculos, incrementa el ritmo cardiaco y previene embolias. También su riqueza en zinc fortalece el pelo y la pectina es interesante para tratar el colesterol.
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El plátano o la banana son perfectos para deportistas y personas que posean hipertensión, ya que se trata de una fruta energética y nutritiva. También es recomendable para personas que tengan problemas de estrés, nerviosismo, depresión, insomnio, calambres musculares, etcétera, e incluso para la dieta de los niños, que muchas veces necesitan de un alimento para saciar su apetito rápidamente. Cabe aclarar que no es conveniente comer plátanos cuando se tienen problemas de insuficiencia renal o hepática.