El entrenamiento funcional se trata de una actividad física que está basada en ejercicios cortos y de gran intensidad, los cuales permiten generar un gasto calórico en poco tiempo. Pero no todo queda ahí, ya que este entrenamiento tiene grandes ventajas para el organismo.
De qué trata
Este entrenamiento convierte esas sesiones tradicionales en dinámicas, efectivas, entretenidas y cortas. Además, cualquier persona puede ejercitarse de manera funcional, según sus necesidades y objetivos. La clave radica en hacer los movimientos que comúnmente se hacen a diario, pero adaptados a un programa de entrenamiento.
Tan solo es necesario 30 minutos para acabar rendido y se podrán palpar todas las virtudes, siempre y cuando se ejercite de manera periódica y con una alimentación equilibrada. Se usan ejercicios de suspensión, por lo que las bandas sujetas al techo o a un punto fijo ayudan a trabajar todo el cuerpo con innumerables ejercicios. Para ello se requiere de tensión permanente entre quien se coloca y el tipo de agarre. Así que la estabilidad y el personal calificado son fundamentales.
Virtudes del entrenamiento
Trabaja músculos secundarios y adyacentes, lo que trae consigo mejoras en las habilidades motrices como equilibrio, coordinación y agilidad.
Al realizar ejercicios de rotación en la zona media va a contribuir a una correcta postural corporal.
Es un entrenamiento dinámico, ya que utiliza varios materiales y movimientos. Es más se puede hacer de forma grupal, favoreciendo la integración entre los asistentes.
Contribuye a una mejora en la movilidad, ya sea muscular como articular.
Al ejercitar movimientos cuenta un mayor gasto calórico, lo cual ayuda a minimizar la grasa.
Una sesión de ejercicios puede adaptarse a cualquier nivel, entonces lo mismo ocurre si se tiene una lesión para su posible evolución.
El cuerpo se considera un todo. Así que de esa forma se entrena mucho mejor y los resultados son realmente sorprendentes. No dudes en iniciarte en este entrenamiento funcional para sacarle provecho.