Si el frío se hace presente y el clima resulta muy cambiante, entonces la ropa deportiva queda en segundo plano, por lo que el salir a ejercitarse no suele ser una opción. Sin embargo, existen ciertos consejos para hacerle frente al frío y seguir con el entrenamiento.
Comida de invierno
Dependiendo la rutina de entrenamiento se va a requerir la energía necesaria para mantener el ritmo. Así que en el invierno, lo ideal es comer fruta y avena en el desayuno, ya que al entrar al estómago hace que el ánimo mejore y no se desanime en la actividad física.
Ejercitar de a poco
Al iniciar el entrenamiento, lo ideal es comenzar con 15 minutos de ejercicio ligero y empezar de a poco con más intensidad para que el cuerpo se vaya familiarizando a las bajas temperaturas.
Ropa en capas
Al realizar ejercicio con una chamarra, lo más seguro es que a los 10 minutos se quiera aventar. Pero para evitar ello, lo mejor es vestirse en capas. Es decir, una playera sobre otra y una sudadera cómoda. De este modo, se puede ir quitando la ropa conforme el cuerpo se vaya calentando, evitando enfermar.
Hidratación necesaria
Uno de lo errores más comunes en el invierno es pensar que no hay sudor y, por ende, no se requiere beber agua. Pero esa carencia puede llevar a una deshidratación. Así que en el invierno, es preciso tomar 750 ml después del entrenamiento.
Cuidado donde pisas
Si el termómetro marca temperaturas muy bajas hasta el punto de que el agua la congela. Es mejor fijarse por donde se pisa, ya que en las madrugadas se puede convertir en hielo muy fácilmente y en ocasiones causar un accidente.
Así que al estar conscientes de que el ejercicio ayuda a estar saludable y se es constante, entonces ya no es cosa fácil dejarlo. Por lo que ni el frío podrá dejarnos tumbados en el sillón, más bien será un motivante más para realizar la actividad física con los cuidados pertinentes.