La alimentación es crucial para que el organismo este sano y trabaje de forma adecuada, siempre y cuando las comidas sean equilibradas y siguiendo buenos hábitos. Sin embargo, la mayoría de las personas ha desarrollado malas costumbres después de comer, lo que pudiera provocar ciertas consecuencias.
Beber té
El té es una de las bebidas favoritas, ya que puede tomarse a cualquier hora del día. Además, ayuda a evitar enfermedades cardiovasculares gracias a los antioxidantes que aporta al organismo. Pero lo recomendable es no beber té justo después de comer, ya que absorbe el hierro con los que cuentan los alimentos y, por ende, no llegará al cuerpo.
Ingerir frutas
La mayoría de las frutas contienen azúcares simples, lo que las hace de fácil digestión. Sin embargo, cuando se consumen después de haber comido algún alimento puede tardar más es el proceso para que se digiera en el estómago, desaprovechando los nutrientes. Asimismo, puede provocar reflujo y pesadez estomacal.
Fumar
El cigarrillo contiene nicotina, monóxido de carbono, cianuro de hidrógeno y alquitrán, entre otros químicos. Por lo que todos ellos reflejan efectos dañinos que pueden multiplicarse si se fuma enseguida de haber ingerido alimentos, empeorando así ciertas enfermedades como indigestión, afectación en los músculos del colón e intestino irritable.
Dormir
Es muy común sentirse con poca energía después de comer, lo que suele dar sueño. Pero no es bueno dormir después de ingerir alimentos, ya que causa una presión excesiva en el diafragma porque la comida sigue en el estómago, lo cual va a provocar que los jugos gástricos puedan subir al esófago y lesionen la capa interna trayendo consigo la acidez y el ardor en garganta.
Así que si eres de los que levantó la mano ante alguno de estos hábitos, es mejor empezar a cambiarlos para no sufrir las consecuencias tarde o temprano. Recuerda que lo que mal empieza mal acaba.