Si lo que quieres es conseguir un trabajo más completo, es mejor enfocarte a esta rutina, la cual precisa de poleas para poder tener resultados óptimos. Las poleas van a hacer que se activen las fibras musculares, provocando menos compensaciones y destacándose los músculos.
Elevación lateral con polea
Este ejercicio resulta eficaz para trabajar los deltoides y redondear los hombros. Para ello ponte de pie con las piernas semiflexionadas y la espalda recta. Toma el manillar derecho con la mano izquierda y el manillar izquierdo con la mano derecha. Comienza a elevar los codos hasta la altura de los hombros (nunca más arriba) y regresa a la posición inicial de a poco.
Remo en polea
Con este movimiento podrás lograr que la espalda luzca en forma de “V” y desarrollar el dorsal ancho. Así que siéntate con las piernas semiflexionadas y apoyadas en el suelo. Toma con ambos brazos el manillar. La espalda debe estar arqueada, pero a medida que llevas los brazos hacia atrás deberás extenderte como si impulsarás el pecho hacia adelante.
Cruce de poleas
Este ejercicio es ideal para el trabajo de pecho. Así ponte en medio de una polea alta y toma con ambas manos las asas de las mismas. Inclina un poco el torso hacia adelante, flexiona los codos y las rodillas. Mueve los brazos desde arriba hasta adelante a la vez que realizas un cruce de polea (pasando una mano por arriba de la otra). Regresa a la posición inicial de forma controlada.
Encogimiento con polea
Este movimiento ayuda a trabajar el abdomen principalmente, aunque en menor medida los oblicuos. Coloca una rodilla al frente y de espaldas la polea alta. Realiza un encogimiento abdominal a la vez que jalas con ambas manos la polea.
Ahora ya sabes como tomar al toro por los cuernos con esta rutina de entrenamiento que incluyen poleas. Solo recuerda estar bajo la supervisión de un profesional para evitar que lo hagas mal y te lesiones.