Sin importar la edad que se tenga, el incluir la actividad física suele traer grandes virtudes al organismo. Pero cuando ya hemos formado el hábito del ejercicio, no está por demás comentar que existen ciertos movimientos que deberían incluirse en el entrenamiento, ya que imitan las acciones de nuestra vida diaria y ayudan a fortalecer el cuerpo.
Sentadillas
Movimiento que ayuda a trabajar isquiotibiales, cuádriceps, glúteos y el erector espinal. Esto se debe porque la sentadilla al ser un ejercicio compuesto en el que se usan varios grupos musculares va a existir un mejor equilibrio y estabilidad, lo que a su vez propicia el tener unas caderas fuertes, glúteos firmes, cuádriceps tonificados y bajar la presión de espalda.
Plancha con antebrazo
Movimiento que ayuda a trabajar deltoides, cuádriceps, abdomen recto y trasversal, erectores, oblicuos y espinales. Esto se debe a que los tablones desarrollan soporte postural y propicia el fortalecimiento de los músculos abdominales, del centro y hombro. Incluso incrementa la estabilidad a los talones.
Balance a una sola pierna
Movimiento que ayuda a trabajar cuádriceps, abductores, glúteos, abdominales transversales e isquiotibiales. Esto se debe a que este ejercicio de una pierna incrementa el equilibrio, el apoyo postural y la estabilidad.
Estocadas
Movimiento que ayuda a trabajar isquiotibiales, glúteos y cuádriceps. Esto se debe a que igual que las sentadillas, las estocadas son ejercicios compuestos que aumentan la estabilidad, el equilibrio y la fuerza funcional.
Press de pecho
Movimiento que ayuda a trabajar dorsal ancho, bíceps, deltoides y erector espinal. Esto se debe a que se desarrolla un apoyo postural a la vez que mejora la fuerza de la parte superior del cuerpo en la espalda y los hombros.
Así que no olvides que en tu siguiente sesión de entrenamiento, trata de complementarla con estos movimientos y nota la diferencia. Recuerda no acostumbrar a los músculos a lo mismo. Verás que estarás bien y te sentirás mejor.