Seguramente que si eres una persona fitness, ya has pasado por tremendas palizas para que tu progreso sea efectivo. Pero el cuerpo tiene memoria y en algún momento te pide parar tras un entrenamiento arduo. Así que sigue estos trucos para que puedas recuperarte rápidamente y sigas con tus rutinas sin ningún inconveniente.
Estira los músculos
Si has trabajado en tu sesión de manera dura, es momento de parar y darte un masaje de descarga. Así que puedes hacer fricciones suaves en forma ascendente, de los tobillos a la ingle para poder ayudar al retorno venoso.
Paso suave pero seguro
Un paseo suave de aproximadamente unos 15 minutos va a ayudar a activar las piernas lo que a su vez va a eliminar las toxinas y podrá generar nutrientes a los músculos que lo necesitan.
Un buen baño de contraste
Los baños de contraste son excelentes para activar la circulación. Tan solo habría que tener agua caliente en la bañera y al lado una bandeja de agua fría (es mejor con hielos). Entonces deberás alternar 2 minutos en el agua caliente y de 10 a 30 segundos en el agua fría.
Déjate consentir con un sueño reparador
Es bueno tomar una siesta de no más de una hora y siempre tratar de dormir 8 horas para que el cuerpo se recupere de toda esa intensa rutina. Descansar y esperar después de un arduo entrenamiento permite que el proceso de reparación y recuperación se logre de manera natural.
Come de forma adecuada
Después de agotar tus reservas de energía tras el ejercicio, es preciso abastecerse de combustible para que el cuerpo repare los tejidos musculares y las fuerza para estar a tope para el siguiente reto.
Considera la meditación
El incluir la meditación después del entrenamiento puede resultar benéfico para cualquier atleta. El llevar a cabo la meditación ayuda a mantener un estado de animo relajado y minimizar la ansiedad.
Así que escucha a tu cuerpo y cuando se sientas cansado o adolorido date el tiempo necesario para descansar. Presta atención al organismo, ya que él es el único que sabrá qué necesita para recuperarse.