Cuando llega el invierno la mayoría piensa que esto puede ser un riesgo para la salud, ya que puede provocar enfermedades que podría mantenernos en cama por un buen tiempo. Sin embargo, los días fríos pueden experimentarse como un estímulo para el organismo, ya que aprovecha para regular el calor y los sistemas inmunitario, nervioso y hormonal. Por tanto, para mantener la salud es importante tener una actitud vital y adaptar los hábitos a las condiciones de las estaciones del año. Así que esta guía de consejos puede ser de gran ayuda ¡Toma nota!
Ajusta tu reloj interno e incrementa la vitalidad
Las personas que se agobian y toma todas las precauciones por cuidarse, lo más probable es que resulten afectadas por un virus. En cambio, las que se adaptan a las circunstancias tienen más vitalidad y mayor resistencia física y mental. Así que para poder proteger el sistema inmunitario, es aconsejable acostarse a buena hora y pasear para que ayude a generar serotonina (neurotransmisor vinculado con la sensación de bienestar) y regule la producción de melatonina (hormona que regula los ritmos de descanso y actividad y, cuya producción resulta influida por la exposición a la luz).
Entra en calor con un sauna
En el invierno lo que resulta excelente es entrar en calor. Es un mensaje que envía el cuerpo para que ayudemos a mantenerlo a una temperatura habitual. Cada persona puede elegir la manera de calentarse, pero el sauna, el baño caliente con sales Epson y aceites esenciales y los baños turcos pueden resultar muy recomendables. Estos ayudan a para prevenir resfriados o gripe, así como eliminar toxinas del organismo y mejorar el estado de la piel, la circulación, los músculos e incluso eliminar los virus.
Practica ejercicio al aire libre para potenciar el sistema inmune
Los meses invernales resultan adecuados para aumentar la práctica del ejercicio. La actividad corporal calienta el cuerpo y hace circular las endorfinas, sustancias similares a las hormonas que generan sensaciones de euforia y bienestar, lo que a su vez potencia la eficacia del sistema inmunitario frente a virus y bacterias que pueden causar infecciones respiratorias. Lo ideal es realizar ejercicio diariamente al aire libre durante 20 minutos y con cierta intensidad. El caminar a paso ligero en el aire fresco resulta tonificante y carece de riesgos, siempre y cuando se tomen las medidas pertinentes.
Adecúa la dieta a las bajas temperaturas
La dieta es fundamental para adaptarse a los cambios climáticos. La actividad del metabolismo incrementa para mantener la temperatura corporal. Esto hace que se sienta más hambre y se come más, por lo que puede llegar a incrementar hasta en un 5% las calorías por cada 10° de descenso de temperatura. Así que lo conveniente es consumir opciones saludables, así como los hidratos de carbono de absorción lenta (las legumbres y los cereales integrales) para mantener el cuerpo caliente y sentirse con más energía el resto del día. Aunque los vegetales crudos se recomiendan por su aporte de nutrientes, la medicina tradicional china aconseja la ingesta de tubérculos y raíces cocidas.
Así que en este invierno empieza a realizar estos cambios para que puedas disfrutar al máximo de esta época y ayudes a tu cuerpo a estar mejor.