La mayoría de corredores usan un modelo de zapatillas de running, ya sea para su entrenamiento entre semana o de competición. Es un complemento básico y el más importante de todo el outfit. Hay varios tipos de entrenamiento, ya sea para atletas, niveles, entornos, carreras, etcétera, pero para adentrarse en el mundo del running es preciso contar con el atuendo correcto, incluyendo las zapatillas para que colabore con el propio contenido del entrenamiento, trabajando a favor del corredor y previniendo lesiones.
Cómo seleccionar las zapatillas de running
Es importante elegir el tipo de zapatillas que se deben de utilizar para la práctica de esta actividad. Así que esta guía será de gran ayuda
Terreno: para escoger el tipo de zapatillas debemos saber en qué terreno vamos a entrenar. Si es de cemento, tierra, asfalto o montañoso. Los que entrenan habitualmente en asfalto o cemento, deben optar por modelos de amortiguación blanda. Si se practica el trail running, habría que elegir unas deportivas especiales para ese tipo de superficie que tienen un grosor de suela superior y son adecuadas para el impacto con piedras y rocas. Además, es importante tener presente si se va a correr en terrenos encharcados o fangosos para proteger el pie de los imprevistos.
Peso y tamaño: entre más pesados y grandes seamos, la necesidad de usar zapatillas de buena amortiguación es lo ideal.
Color: si vas a realizar running por cuenta propia, es importante que pienses en los obstáculos y las condiciones del clima. Para este tipo de circunstancias se han adecuado zapatillas con colores fluorescentes que se pueden apreciar a distancias grandes, así podrán ubicarte desde cualquier ángulo evitando accidentes con vehículos.
Numero: se deben elegir unas zapatillas más grandes. Si es posible medio numero más del que utilizamos normalmente, ya que cuando corremos el pie se ensancha y se dilata y, esto puede ocasionar molestias e incluso provocar lesiones como ampollas o heridas graves.
Trenzado: es preciso realizar nudos en las zapatillas para que estén seguras en el momento de correr y, con ello, evitar cualquier tipo de accidentes como tropezar.
Experiencia: es importante estar abierto al asesoramiento de los expertos en el área de calzado. No podemos seleccionar las zapatillas por cuestión de belleza o porque algún conocido las lleva consigo. La mejor forma de escoger el modelo, es siguiendo los consejos del experto.
Tipo de pisada
Es fundamental conocer el tipo de pisada que tenemos para tener un entrenamiento eficaz y evitar lesiones.
Zapatilla de pronador: la base de fabricación de este modelo es evitar algún tipo de lesión. Su función está basada en realizar un soporte de piel internamente en la fase de apoyo que evite la presión de la carga de las estructuras. Se caracteriza por ser recta y tener una base de plástico, cuyo objetivo es mantener la firmeza del pie. Incluso cuenta con un arco interno para reafirmar la pisada.
Zapatilla de supinador: estas son las encargadas de ofrecer al deportista una amortiguación adecuada a la rigidez de su pie. Según las especificaciones de los especialistas del calzado, estas zapatillas están sometidas a varios procesos reforzando los sistemas del suministro de aire dentro de las gomas y el calzado. Con el fin de amortiguar el impacto de la musculatura en el momento de ejecutar la carrera. Esta modalidad no tiene un sistema de pronación y su horma es mucho más curva.
Con todo esto, ya podrás encontrar el zapato ideal para salir a correr y llegar a la meta antes de lo que imaginas.