Las fracturas por estrés se deben a pequeños traumatismo de baja intensidad, pero se producen de manera consecutiva y repetitiva, sobre todo en la zona de la planta del pie. Esto puede pasar si estás comenzando a hacer ejercicio, o bien, si aumentas la intensidad y haces caso omiso de lo que el cuerpo quiere decirte para prevenir fracturas.
Fracturas por estrés
No respetar los descansos. Si el ejercicio es demasiado continuo sin periodos de descanso correctos, pueden debilitar las estructuras y no dar tiempo a que se repongan y preparen para nuevos esfuerzos. El descanso es primordial para mejorar el rendimiento a la vez que previene lesiones.
Técnica inadecuada. Una flexión incorrecta en la que el peso cambia de forma brusca sobre una misma zona del pie, puede provocar el riesgo de una factura por sobrecarga. Corregir errores en la técnica, siempre va a ayudar a reducir lesiones. Por ello, lo ideal es consultar a los profesionales para que puedan guiar y orientarte sobre cómo mejorar la técnica.
Material incorrecto. un calzado no apto para el ejercicio, ya sea que este desgastado, pequeño u holgado, podrían ser factores para incidir en un mayor impacto en cada paso o salto, maltratando la zona y predisponiendo a lesiones.
Entrenamiento en superficie muy dura. Si no se produce un periodo de adaptación, entonces al realizar un esfuerzo intenso de carrera o salto en una superficie dura, puede provocar que el organismo no se acostumbre al cambio y puede ser susceptible a lesionarse.
Aumento repentino de la carga de ejercicio. Esto puede ocurrir en personas sedentarias que empiecen a ejercitarse, o bien, en personas entrenadas que aumenten la carga de trabajo. De forma aleatoria de la duración, intensidad o frecuencia de la actividad puede hacer que aparezcan lesiones por sobrecarga.
Tratamiento de las fracturas por estrés
Aplicar las medidas preventivas es el mejor tratamiento. Y aunque no es una lesión recuente, es cierto que los deportistas no debe tomar las cosas a la ligera porque con el paso del tiempo podría ser una lesión considerable que frene tu entrenamiento. Ahora bien, en caso de que se produzca la fractura por estrés, los síntomas son dolor en la zona. Dicho dolor te impide la práctica del ejercicio, por lo que suele mandarse reposo absoluto, inmovilizando la zona y desplazándose con muletas o bastones para evitar cargar la zona lesionada, o bien, realizar reposo relativo, solo realizando una descarga parcial.
Así que es importante que al iniciar en el ejercicio o actividad física acudas con los expertos para que puedan asesorarte de la mejor forma y, con ello, vayas a la segura para lograr objetivos libre de lesiones.