Tanto las mujeres como los hombres suelen experimentar desequilibrios hormonales. No obstante, son las mujeres quienes más los experimentan debido a cambios en su desarrollo durante su ciclo de vida (pubertad, menstruación, embarazo, menopausia). Las hormonas como la serotonina, la adrenalina, la oxitocina y la insulina, entre otras, hacen que nuestro cuerpo funcione correctamente y juegan un papel crucial en la regulación de nuestro metabolismo, sueño, frecuencia cardiaca, crecimiento, apetito, estado anímico, etcétera. Sigue leyendo para conocer algunas maneras naturales de equilibrar las hormonas.
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¿Cuál es la causa de los desequilibrios hormonales?
Los desequilibrios hormonales ocurren debido a una gran cantidad de problemas. En el caso de las mujeres, estos generalmente empiezan a aparecer en la pubertad donde se activan las hormonas sexuales y contribuyen a la madurez del aparato reproductor, la fertilidad y el desarrollo óseo. Posteriormente, se experimenta la menstruación y más adelante la menopausia. Todos esos cambios aumentan el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 y enfermedades cardiovasculares.
Por otra parte, están las mujeres que toman anticonceptivos sin saber que estos pueden inactivar la testosterona y progesterona, así como también alterar su metabolismo, afectar su rendimiento, agotar las vitaminas del grupo B, ocasionar estrés mental y modificar el microbioma intestinal.
Otras causas de desequilibrios hormonales incluyen hipotiroidismo, hipertiroidismo, reacciones alérgicas, diabetes tipo 2 o deficiencia de nutrientes.
Factores que pueden ocasionar desequilibrios hormonales
- Sedentarismo
- Ayunar a diario
- Mala nutrición (comer por debajo o por encima)
- Estrés prolongado
- Abuso de esteroides anabólicos
¿Cómo tratar los desequilibrios hormonales?
Aunque existen suplementos y remedios herbales capaces de tratar los desequilibrios hormonales, no hay ninguno que haya sido probado y que resulte cien por ciento eficaz. Pero, hay algunos cambios que puedes hacer en tu dieta y estilo de vida para prevenir o corregirlos como por ejemplo consumir proteínas provenientes del pollo, de los huevos, de las nueces, de las lentejas y de los garbanzos.
Otra cosa que puedes hacer es realizar actividad física para reducir la insulina e incrementar la sensibilidad a la misma, además de disminuir el riesgo de padecer enfermedades crónicas.
Por otro lado, limita los alimentos procesados, consume alimentos ricos en prebióticos, ácidos esenciales y fibra, prioriza los micronutrientes, duerme ocho horas diarias y participa en yoga, taichí o meditación para aliviar el estrés.