Hacer pesas en casa o en el gimnasio aporta grandes beneficios a la salud. Sin embargo, esta forma de entrenamiento suele asociarse con aquellas personas que están en la búsqueda de mejorar su estética corporal, por lo que suele ser un entrenamiento con menos demanda. Pero vale la pena conocer sus efectos positivos para considerar esta sesión de ejercicios.
Dormir mejor
El entrenamiento con pesas ayuda a dormir mejor, ya que estimula la liberación de serotonina que permite incrementar los niveles de melatonina en el cuerpo. Esta hormona interviene en la sincronización del ciclo natural del sueño. Según un estudio realizado en 2012 demostró que las personas que realizaban un entrenamiento de resistencia de 3 días, mejoró la calidad de sueño en comparación con los que no entrenaban.
Reducir el estrés
El ejercicio ayuda a reducir el estrés, pero el entrenamiento con pesas también lo hace. Además, es una forma excelente de liberar las tensiones después de un largo día de trabajo. Esto es porque el entrenamiento con pesas ayuda a relajar después de una sesión intensa con mancuernas o pesos libres.
Mejorar la salud del corazón
Aunque el entrenamiento con pesas no sea conocido como un ejercicio cardiovascular, también mejora la salud del corazón. Estudios sugieren que la rutinas de resistencia con pesas reducen la presión arterial, y en algunos casos de manera tan eficaz como los medicamentos. Por ello la American Heart Association recomienda a los adultos que realicen entrenamientos de pesas al menos dos veces por semana.
Más fuerza
Si nuestro cometido es aumentar la fuerza, el levantamiento de pesas es sin duda un entrenamiento por excelencia. Esto no quiere decir que esta sea la única capacidad física en donde podemos trabajar la fuerza. Ahora bien, la mejora va depender de las variables como el volumen o la intensidad.
Pérdida de grasa
Aunque mucho se diga que la pérdida de grasa se asocia con el entrenamiento aeróbico, estudios demuestran que el entrenamiento con pesas de alta intensidad no solo quema calorías durante el entrenamiento, sino que también después. Esto se debe a que aumenta el metabolismo y, por ende, se siguen quemando calorías durante las 24 horas después de la sesión de entrenamiento.
Adherencia a la dieta
Es más fácil seguir una dieta cuando entrenamos. Esto es lo que sugiere un estudio en la Universidad de Pittsburgh que realizó un experimento con 189 sujetos con sobrepeso. Según los resultados, aquellas personas que entrenaron y seguieron una dieta pudieron controlar la ingesta diaria de 1500 calorías en comparación con aquellas que no entrenaron con pesas. Asimismo, estos últimos ingirieron más cantidad de productos ricos en grasa y azúcar.
Huesos más saludables
Una mayor masa muscular no solo es el resultado de levantar pesas, más bien que los huesos se fortalecen. Una investigación señala que el entrenamiento con pesas, incrementó la densidad ósea y los niveles de osteocalcina como indicador del crecimiento óseo en un 19%.
Así que aunque creas que el entrenamiento con pesas es demasiado fatigante, los beneficios que puede traer son considerables. Así que no esperes más y acude con los expertos para que puedan asesorarte sobre cómo llevar a cabo esta sesión de ejercicios.