Bajo el supuesto de adelgazar de manera rápida, existe un sinfín de regímenes alimenticios poco convencionales que aseguran no lidiar más con la báscula. En este caso, la dieta de la serpiente es un plan de alimentación que se ha hecho muy popular en las redes sociales, sobre todo en Instagram, ya que promete deshacerse de esos kilitos extras en tiempo récord. Su nombre se debe a que imita el patrón de alimentación de los animales salvajes, que realizan una gran comida al día y ayunan el resto del tiempo. Pero más vale saber más al respecto, para elegir bien.
En qué consiste la dieta de la serpiente
El creador y entrenador personal canadiense Cole Robinson, señala que la dieta de la serpiente está compuesta por 3 fases. En la primera, deberá realizarse un ayuno de 48 horas, donde solo se podrá ingerir vinagre de sidra y zumo de serpiente (bebida hecha a base de sal, agua, bicarbonato de sodio, sulfato de magnesio y cloruro de potasio) para eliminar las toxinas del hígado.
En la segunda fase, es realizar un ayuno intermitente a la vez que llevas a cabo una dieta alta en grasas y baja en carbohidratos. La grasa debe ser de origen vegetal. Mientras que en la tercera fase, es la de mantenimiento y, en ella, deberás escuchar las señales naturales del hambre o practicar el mindful eating.
Lo importante de esta dieta es adoptar un plan de alimentación compuesto por una comida al día que logre reunir todos los nutrientes necesarios. De tal forma, que cualquier persona alcance el peso ideal de manera sencilla y muy rápida. Incluso asegura su creador que puede ayudar a curar la inflamación crónica y la diabetes tipo 2.
Riesgos
Con la dieta de la serpiente, el cuerpo experimenta una falta considerable de calorías, por lo que ningún nutricionista la recomienda. Y es que el efecto rebote, es mayor, lo que se convierte en una gran frustración personal. Además, el déficit de nutrientes esenciales es significativo, lo que puede incrementar el riesgo de padecer enfermedades.
Así que hay miles de formas de conseguir adelgazar sin sentirse mal y, sobre todo, sin tener que acarrear con enfermedades innecesarias.
Imagen: cuidateplus