El calor excesivo puede resultar peligroso para la salud, ya que nuestro cuerpo para poder funcionar con normalidad debe estar a una temperatura de alrededor de los 37°C. Sin embargo, cuando la temperatura central del cuerpo llega a superar los 38°C puede sufrir daños a la salud. Pero si aún no sabes que es el estrés térmico y qué secuelas deja, sigue leyendo.
Estrés térmico
El estrés térmico es la carga de calor que se acumula en el cuerpo a lo largo de una jornada laboral o una actividad extenuante. Dicha carga es el resultado de la interacción entre la actividad física que se realiza, las condiciones ambientales del lugar y la ropa que lleva puesta. Por tanto, el estrés térmico se origina a causa de diversos efectos patológicos que se originan derivados de una acumulación excesiva de calor en el organismo.
Así que cuando se sufre una sobrecarga de temperatura en el cuerpo, se pone en marcha una serie de mecanismos que son principalmente la dilatación de las venas periféricas y la sudación para tratar de minimizar la temperatura corporal. Pero si a pesar de ello, la temperatura central del cuerpo supera los 38°C, entonces puede haber daños en el organismo de gravedad.
Cómo afecta
El exceso de temperatura puede aumentar el riesgo de sufrir un accidente y se puede agravar si hay una enfermedad existente, sobre todo respiratorias, renales, metabólicas o cardiovasculares. Asimismo, puede haber alteraciones por la misma acumulación de calor en el cuerpo.
Cuando el estrés térmico inicia, la persona puede tener una sensación de calor agobiante, visión borrosa, dolor de cabeza, mareo, alteración de la memoria, cambios del estado de ánimo y falta de concentración.
Si persisten las condiciones de temperatura elevada, sin que se reponga la hidratación, puede generar diversas alteraciones físicas como calambres y dolores musculares, deshidratación severa, agotamiento por el calor, nauseas, golpe de calor, erupción cutánea con piel enrojecida y síncope por el exceso de calor.
Así que para evitar efectos perjudiciales para la salud, se puede seguir una serie de medidas preventivas:
- Uso de ropa adecuada con tejidos frescos y colores claros.
- Protección de la cabeza de las fuentes de calor.
- Correcta aclimatación.
- Descansos en sitios frescos y a la sombra.
- Hidratación adecuada para suplir la pérdida de líquido por la sudoración.
- Evitar ingesta de comidas copiosas y repletas de grasa.
- Evitar alcohol, exceso de cafeína y bebidas azucaradas.
Cuando los meses de calor empiezan a tope, no olvides seguir estas medidas preventivas para evitar un estrés térmico que pueda generar problemas graves de salud.
Imagen: prevencionar