El frío supone un riesgo para la salud, sobre todo para niños, personas mayores y enfermos crónicos, ya que agrava la enfermedad y promueve los resfriados. Por lo que es importante protegerse de los efectos del frío y los posibles contagios. Así que es momento de seguir estas simples recomendaciones.
Recomendaciones
Los efectos del frío pueden provocar bajar las defensas por debilidad del sistema inmune y generar problemas respiratorios y circulatorios. Así que las recomendaciones son:
- Un buen aislamiento térmico de lugar, donde la temperatura debe estar entre los 20 y los 22°. Mantén la casa caliente para evitar una sensación de frío que puede derivar en hipotermia. Pero además de ello, es necesario airearla cada hora para evitar un exceso de CO2.
Además, poner atención especial en personas mayores y recién nacidos. Las personas mayores al tener debilitados los mecanismos defensivos frente al frío, pueden tener una percepción menor de los cambios de temperatura. En el caso de los recién nacidos, no pueden avisar cuánto frío tienen el sistema de respuesta contra el frío, ya que no está bien desarrollado.
Evita permanecer quieto durante mucho tiempo. Recuerda que la actividad física genera calor y ayuda a combatir el frío. Hacer ejercicio cardiovascular en el domicilio ayuda a mejorar el gasto cardíaco y energético, a la vez que incrementa la circulación periférica.
Respira por la nariz y no por la boca. El aire se calienta al pasar por las fosas nasales y, con ello, reduce el frío que llega a los pulmones.
Evita la ingesta excesiva de alcohol. Aunque esto puede producir una sensación de calor, con el pasar del tiempo se obtiene un efecto contrario, lo que puede llegar a producir hipotermia.
Se recomienda la vacunación de la gripe en personas mayores de 60 años y en aquellas que padecen enfermedades crónicas. Además, puede resultar excelente la vacuna frente al neumococo, cuya bacteria es responsable de muchas neumonías.
Refuerza la inmunidad con vitamina C y B. Las vitaminas C y D son esenciales para evitar una baja de defensas en el sistema inmune. De igual forma, el polen, el propóleo, el aceite de coco, la cebolla, el ajo y el caldo de huesos ayudan a proteger de posibles infecciones.
Presta atención a la salud mental. Tal como se le da importancia a la salud física, también tiene que ser a la emocional. Así que sal de casa cuando sea estrictamente necesario, mantén el contacto con los seres queridos y evita el aburrimiento.
Así que comienza a implementar estas recomendaciones para que los efectos del frío no intervengan con tu salud.