Al igual que la piel, las uñas cumplen una función en nuestra apariencia. Así que para tener unas uñas bien cuidadas, muchas personas recurren a manicuras o pedicuras para tener un aspecto único. Pero es importante que sigas estas recomendaciones para que estén sanas y sigan creciendo de manera óptima ¡Presta atención!
Limita las manicuras
Las uñas bien cuidadas lucen increíbles. Sin embargo, estudios demuestran que si las uñas se someten a manicuras profesionales de manera regular, es probable que se resequen y sean frágiles debido a una exposición prolongada de químicos fuertes.
Evita el exceso de lavado
Si bien, el lavarse las manos es primordial y ayuda a eliminar las bacterias, y con ello, prevenir enfermedades. Esto resulta muy dañino para las uñas si se hace frecuentemente, ya que las reseca. Así que si ello no se puede evitar, lo ideal es usar una crema humectante frecuentemente y varias veces al día.
Evita el quitaesmalte a base de acetona
Los mejor es evitar los quitaesmaltes con acetona, ya que ellos contribuyen a que la uña se vuelva más frágil y se rompa fácilmente.
No cortes las cutículas
Las cutículas actúan como una barrera natural que ayudan a proteger las uñas frente a hongos y bacterias. Así que si cortas la cutícula, no tendrás dicha protección y podrán ser propensas a infecciones y un daño permanente en las mismas como cutículas rasgadas o inflamadas.
Evita el contacto de productos de limpieza
Cuando limpies el hogar u otras áreas, evita el contacto directo de las manos con los productos químicos, lo que incluye al detergente, ya que podrían volver a las uñas muy vulnerables. Así que la solución es usar guantes de goma siempre.
Presta atención al cuidado de las uñas con estos simples consejos. Ahora que si notas que tus uñas están frágiles y tienen un color amarillo o blanco, puede que tengas un problema de salud en el hígado o pulmón. Así que en estos casos, no esperes más y acude al médico para una valoración minuciosa.