El ejercitarse de manera regular promueve el bienestar en general y del corazón. Sin embargo, es importante tomar ciertas precauciones si se padece una condición cardíaca con el fin de lograr el objetivo, pero sin poner en riesgo la salud. Por ello es importante seguir ciertos consejos que te ayudará en tu rutina de ejercicios.
Consejos básicos
Bajo supervisión del médico. De primera instancia habría que tener el visto bueno del doctor para poder iniciar el entrenamiento regular. Un programa de 30 minutos de ejercicios de intensidad moderada, ya sea todos los días o la mayoría de ellos es primordial. Además, es preciso comentarle al especialista si antes o después del entrenamiento experimentas ciertos síntomas como dolor de pecho, dolor de cabeza, pérdida de aliento, aceleración del ritmo cardiaco o mareo.
Inicia la rutina de ejercicios con 5 minutos de calentamiento y 5 minutos de enfriamiento. En el ejercicio habría que monitorear el pulso cardiaco para poder asegurar que este se mantenga dentro del rango aceptable.
No hacer esfuerzos de más. No habría que llegar a los extremos. Si deseas un entrenamiento más vigoroso, es necesario comentarlo con el doctor para realizar una prueba de estrés. Evita el ejercicio vigoroso a temperaturas frías o calientes, ya que esto descompensa el organismo.
Asegura que el entrenamiento se ejecute en instalaciones que estén equipadas para poder lidiar con una emergencia médica. Es un aspecto sumamente importante y que debe tomar dicho valor.
Mantén una hidratación óptima. Al ejercitarse, el cuerpo pierde sales minerales y agua. Así que habría que ingerir líquidos para poder compensar el descenso y evitar complicaciones.
Así que sigue estos consejos y consulta al cardiólogo sobre las actividades y rutina que puedes poner en marcha, ya que depende de la base y la complejidad de tu condición para obtener el máximo provecho para la salud del corazón.
Imagen: infosalus