El correr es uno de los deportes que trae consigo grandes beneficios para la salud, tanto física como mental. De hecho, el Consejo Superior de Deportes lo sitúa en el cuarto lugar entre las actividades más practicadas, detrás de la natación, el ciclismo y el senderismo-montañismo. Sin embargo, el correr en exceso sin tomar las debidas precauciones puede provocar numerosas consecuencias negativas.
Problemas al correr en exceso
De hecho, esta actividad al no requerir conocimientos técnicos puede ser contraproducente. Existen muchas personas aficionadas al running de tal modo que se exceden en la práctica y quedan en riesgo de numerosas lesiones en los tendones, las articulaciones o los huesos e incluso hasta problemas cardíacos pasando por la runnorexia, es decir la adicción patológica por salir a correr.
El correr es un deporte de impacto, así que cada paso en realidad es un salto y cada vez que el cuerpo entra en contacto con el suelo, trabajan los pies, los huesos, los tendones, las rodillas y la cadera. Estos son los encargados de absorber el impacto. Pero cuando los músculos se agotan, lo que hacen es un sobreesfuerzo en los tendones. Esa sobrecarga de trabajo para esas piezas vitales resulta con graves consecuencias.
El primer resultado es tendinitis, que consiste en una inflamación de los tendones. Pero si llega haber una sobrecarga del tendón, es mayor a su capacidad de reparación, el problema se derivará en tendinosis, proceso degenerativo que ocasiona dolores crónicos e intensos en las partes afectadas.
Otro problema frecuente son los esguinces, lesión que afecta los ligamentos, es decir los tejidos que unen a los huesos con las articulaciones. Dichos ligamentos son más resistentes, pero cuando se fuerzan hasta el límite o sufren un movimiento brusco, puede producir esta afección que también es dolorosa. Si es muy grave y el ligamento no puede por sí solo estabilizar la articulación en su posición normal, se estaría hablando de una luxación.
En la espalda es otra de las zonas del cuerpo más comprometidas cuando el running se practica de manera excesiva. La región lumbar es la zona inferior de la espalda, la cual absorbe el esfuerzo cuando la forma de correr no es la adecuada, cuando se utiliza un calzado inadecuado o cuando la persona corre con sobrepeso u obesidad.
La lumbalgia es un problema menos grave, pero que puede derivar en una protrusión o hernia discal, trastornos dolorosos y crónicos que van minimizando la calidad de vida. Además, el correr demasiado también puede producir fascitis plantar, problemas en el suelo pélvico, estiramiento de ligamento de Cooper e incluso fracturas óseas.
Así que para prevenir estas complicaciones, la clave radica en tener paciencia, calentar y estirar lo suficiente y, sobre todo, escuchar a tu cuerpo. Es importante saber interpretar las señales para evitar excesos que puedan traer consecuencias.
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