El envejecimiento afecta de forma significativa los procesos de digestión, absorción y excreción de nutrientes. Pero en la vejez hay una reducción progresiva de la masa magra e incremento de la masa grasa. Dicha pérdida muscular se conoce como sarcopenia y afecta de manera negativa la calidad del músculo y fuerza muscular. Además, minimiza el gusto y el olfato, lo que puede repercutir al tener menos apetito y, con ello, la nutrición. Es por ello que un par de consejos ayudarán a tener una alimentación buena en personas de la tercera edad.
Consejos
Con la edad avanzada se puede llegar a perder el apetito. Esto puede ser normal, ya que al haber menos masa magra aunada a una menor actividad no se queman calorías y minimizan las necesidades energéticas. Por tal motivo se debe vigilar la falta de apetito en personas mayores por el riesgo de malnutrición. Para un cálculo energético, es preciso adaptarlo al gasto de la persona. Sin embargo, no se aconsejan dietas de menos 1500 Kcal debido a una carencia de micronutrientes.
Muchas veces se tiene un déficit de vitamina B12 por causa de la gastritis atrófica. Así que es primordial el consumo de vitamina B12 que están en alimentos de origen animal como pescado, huevo, carne y lácteos
Los hidratos de carbono se deben ingerir en forma compleja, ya que es común tener cierta resistencia a la insulina y una mayor probabilidad de diabetes tipo II.
Resulta importante la ingesta de fibra y una buena hidratación, ya que pierde fuerza los sistemas de control homeostático que regulan el mecanismo de la sed, además de un buen control del estreñimiento que es común en personas de la tercera edad.
Si existe problemas con la masticación, se puede intentar modificar las texturas de las comidas, al proporcionar carne picada, pescado en salsa, etcétera.
Los alimentos ricos en ácidos grasos omega-3 ayudan a mantener una buena salud cardiovascular y mejorar el sistema inmune.
Un buen aporte de calcio para cuidar la salud ósea y prevención de fracturas en personas mayores. Los alimentos que contienen más calcio biodisponible son los lácteos como el yogur, la leche y el queso. En caso de ser intolerante a la lactosa, existen versiones sin ella.
Otras fuentes ricas en calcio de origen vegetal son las verduras de hoja verde, las legumbres y derivados, frutos secos y semillas de sésamo.
Así que recuerda que la alimentación en cualquier etapa de la vida es diferente, pero no menos importante. Solo habría que identificar lo que es mejor para cada una de ellas, incluyendo en la tercera edad.
Imagen: hola.