El consumo de leche cruda segura es con menos de 32 horas de ser ordeñada y hervida 3 veces a 100 ˚C. Posteriormente se realiza una correcta conservación a una temperatura de entre 1- 4 °C. Sin embargo, a nivel sanitario representa un problema de salud pública, ya que la leche cruda sin tratamiento térmico cuenta con una carga elevada de bacterias patógenas que pueden causar graves problemas para la salud.
Efectos en el organismo
El principal riesgo del consumo de leche cruda, es contraer una infección alimentaria, causada por bacterias patógenas como Lysteria monocytogenes, Escherichia coli, Brucella spp y Salmonella pp, entre otros. Los síntomas pueden ser vómitos, dolor abdominal, diarrea, debilidad general, dolor de cabeza y fiebre.
Es preciso, prestar atención con los niños, ancianos, mujeres embarazadas y personas inmunodeprimidas al ser susceptibles al contraer infecciones. En el caso de gestantes, el riesgo es elevado, ya que puede producir abortos o incluso la muerte en un recién nacido. Así que habría que evitar por completo el consumo de leche cruda en estos grupos.
Diferencia entre leche pasteurizada o entera y leche cruda
La leche cruda se obtiene recién ordeña del animal y no ha recibido ningún tratamiento térmico. En cambio, la leche pasteurizada se ha sometido a un tratamiento térmico que suele ser a una temperatura de 72-79 °C durante 17 a 20 segundos.
La leche pasteurizada no representa ningún riesgo de infección alimentaria, ya que se ha aplicado un proceso térmico, siendo apto para el consumo diario siempre y cuando no exista una intolerancia a la lactosa. No obstante, debe conservarse en refrigeración máximo 25 días.
Ahora que ya tienes más claro sobre el consumo de la leche cruda, es importante asegurar la salud y evitar riesgos. Por ello ve a la segura y antes de beber un vaso de leche, conoce su procedencia. ¡No pongas en riesgo la salud!
Imagen: vix