La sesión de entrenamiento en una bicicleta fija simula estar en terrenos planos y elevados, experimentar viento virtual y ciclistas a tu alrededor para competir con todo. Claro está, que no puede faltar el ritmo de la música además de estar dirigidos por un instructor. Pero más allá de esa vivencia, este entrenamiento ayuda a trabajar los músculos para que estén fortalecidos.
Piernas
Los músculos de las piernas trabajan en la parte del pedaleo, específicamente si bajas y subes los dedos de los pies al momento de entrar en calentamiento. Así que el grande y prominente músculo gastrocnemio (interno y pequeño músculo sóleo) se ejercita a tope.
Espalda
La parte superior del cuerpo sirve de apoyo al descansar las manos en las manijas. Sin embargo, esta zona no se ejercita del todo. Los músculos de la espalda, sobre todo la columna van a ayuda a estabilizar y dar apoyo al torso al momento de hacer la sesión.
Muslo
La parte en la que debes pisar para bajar el pedal va ayudar a ejercitar los músculos de los cuádriceps, los cuales se localizan en la parte de enfrente de los talones. Mientras que al levantar el pedal va a propiciar trabajar los músculos isquiotibiales, los cuales forman la parte trasera de los muslos.
Algunas virtudes de hacer bicicleta
El realizar ejercicio de forma regular con una bicicleta fija va a ayudar a estar en forma, robustecer la musculatura de forma segura, estimular el sistema inmunológico, reducir las posibilidades de padecer alguna enfermedad crónica. Por lo que es aconsejable efectuar una hora de sesión durante la semana de moderado a intenso.
Así que si entras a un gimnasio y esta desocupada esa bicicleta fija, o bien, cuentas con una en casa, no dudes en usarla para que puedas comprobar sus beneficios incluyendo un cuerpo tonificado. Así que dale play a la música y empieza a pedalear con fuerza.