Seguramente cuando se tiene un dolor en cualquier parte del cuerpo, siempre se está atento a esos avisos. Aunado a lo anterior, si se tiene la presencia de un calambre muscular que puede ser por varios motivos (un movimiento brusco, una postura inadecuada, sobrepreso, pérdida de sales minerales, falta de nutrientes, entre muchos más), habría que recurrir a tratamientos para impedir su presencia. Así que solo basta con adoptar estrategias para evitar a toda costa los indeseables espasmos.
Estirar los músculos
Cuando se sufre de un calambre, habría que intentar estirar el músculos de forma suave y sostenida. Enseguida presionar suavemente los dedos sobre el músculo y frotar haciendo un movimiento circular.
Un puñado de almendras
Un puñado de almendras diariamente va a ayudar a obtener el magnesio que se requiere. Así que en adultos lo ideal sería una porción de 275 mg. Mientras que el mujeres embarazadas o lactando la demanda de este mineral es mucho mayor.
Masaje de músculos
El masaje es una opción efectiva para los espasmos, ya que incrementa la circulación y favorece el tono muscular. Por lo que si se padece de calambres con frecuencia, habría que tratarlos de forma más profunda, lo que exige una sesión con un fisioterapeuta.
Incluir tubérculos a la dieta
Aquellos alimentos que cuentan con una cantidad considerable de potasio como el boniato van a contribuir a que la musculatura sufra lo menos posible de calambres después de un arduo entrenamiento. Así que una forma excelente de ingerirlos es asados.
Beber zumo de jengibre
El jengibre es una raíz que mejora la circulación, lo que va a dar como resultado la prevención de la aparición de calambres nocturnos. Así que obtén el zumo de unos limones y mezcla con miel orgánica al gusto con un poco de jengibre. Bebe de a poco.
Así que si tienes la presencia de espasmos, basta con reforzar la presencia de estos grandes aliados para evitarlos a como de lugar ¿Conoces otros? si es así, no dudes en contarnos cuáles son para poder agregarlos a la lista.