La comida fermentada es un alimento donde la actividad bacteriana sufre cambios debido al ácido láctico de las bacterias. El tiempo que tarda en fermentar es de 48 horas cuando el pH cae por debajo de los 4. Además, se puede fermentar casi cualquier alimento como vegetales, granos y ciertos productos de origen animal. Pero gracias a ello, se pueden obtener grandes beneficios que vale la pena conocer.
Repele las bacterias patógenas
Los ácidos digestivos que se producen en la fermentación ayudan a minimizar el pH de los intestinos, lo que a su vez crea un ambiente desfavorable para las bacterias patógenas que causan enfermedades intestinales como Shigella, Salmonella y E. coli.
Fortalece el sistema inmune
Las bacterias buenas identifican aquellas sustancias dañinas en el sistema digestivo y alertan al sistema inmune sobre ellas. Esto quiere decir que incrementa la actividad de los anticuerpos, estimulan las secreciones de moco en los intestinos y los glóbulos blancos combaten infecciones.
Previene los desordenes intestinales
Los alimentos fermentados equilibran el pH de los intestinos, proporcionan enzimas que ayudan a digerir los alimentos y restauran las bacterias amigables. Por lo que resulta excelente para las personas que son intolerantes a la lactosa, al gluten, que tienen gases crónicos, con estreñimiento, enfermedad de Crohn y el síndrome del intestino irritable.
Absorbe los minerales
En los alimentos no fermentados hay sustancias que se unen a los minerales e inhibe su absorción mineral al organismo. Pero cuando se ingieren alimentos fermentados este efecto es todo lo contrario, ya que permite que el cuerpo absorba los minerales con mayor eficacia.
Mantiene los dientes sanos
Los problemas que se vinculan con las cavidades orales tales como caries, mal aliento, inflamación y problemas de encías se deben a la propagación de bacterias dañinas en la boca. Así que la ingesta de alimentos fermentados ricos en bacterias de ácido láctico ayudan a mantener la salud bucal en óptimas condiciones, así como un entorno oral equilibrado y sano.
Así que si no eres amante de los alimentos fermentados, quizás esto sea un gran motivo para empezar a comerlos y beneficiarte de ello, o si te gustan, ya tienes una razón de peso para serles fiel ¿Qué dices?¿Lo intentas?