Como es sabido, la sandía es una fruta con grandes virtudes para la salud. Sin embargo, las semillas también cuentan con nutrientes que vale la pena conocer para que puedas aprovecharlas al máximo y jamás las vuelvas a desechar.
Limpia los riñones
Los riñones tiene una función importante en la digestión, ya que ayuda a favorecer la expulsión de toxinas por medio de la orina. Así que las semillas de sandía son un diurético excelente. Por tanto depura los riñones al arrasar con las toxinas nocivas y deshacerse de ellas de manera natural.
Retrasa el envejecimiento
El magnesio y el zinc son grandes antioxidantes, lo que va a formar una barrera para la degeneración de las células. Asimismo, ayudan a prevenir enfermedades como el Parkinson y el Alzhéimer. Siendo las semillas de sandía ricas en estos nutrientes.
Cuida el corazón
Las semillas de sandía cuentan con arginina, aminoácidos presentes en las proteínas que regula la tensión arterial. Incluso ayuda a dilatar las arterias, lo que va a permitir que la sangre circule por las venas con facilidad. Esto va a generar una buena salud del corazón.
Sistema inmune fuerte
El hierro presente en las semillas de sandía no solo mejoran la hemoglobina, la cual se encarga de transportar el oxígeno al todo el cuerpo, sino que además convierte las calorías en energía.
Fuente de energía extra
Las semillas de esta fruta son muy energéticas. De modo que se convierten en un opción excelente para cuando se necesita un aporte extra de energía para terminar el día de la mejor forma.
Cómo preparar las semillas de sandía
En la presentación de bebida es muy fácil de realizar. Tan solo habría que moler 40 semillas frescas hasta obtener un polvo. Luego ponerlas a hervir con 2 litros de agua. Dejar reposar y beber. Esta infusión se puede ingerir durante 2 días y no más para evitar una intoxicación. Lo mejor es beberla como agua de tiempo a lo largo del día para cuidar la salud.
Ahora que si se quiere comer las semillas. Primero habría que limpiarlas y dejarlas remojando en agua durante 2 horas. Transcurrido el tiempo, secarlas con papel absorbente y colocarlas en una bandeja. Verter un poco de aceite de oliva y mezclar. Llevar al horno a 165˚C durante 30 minutos. Sacar y listo, ya sea que las comas como snack o en una rica ensalada.
Así que la siguiente vez tengas un plato de sandía, no olvides guardar las semillas para sacarles provecho.