Aunque para muchos el running es una pasión y hay quienes siguen esta actividad física para prepararse para una carrera, la realidad es que muchas personas deciden empezar a correr porque quieren bajar de peso y, con ello, mantenerse saludable. Y aunque correr no siempre es placentero, desde luego que es un ejercicio eficaz que si se hace correctamente podrás mantener a favor la báscula.
Cambia el ritmo
Se ha comprobado que los intervalos ayudan a reducir la grasa abdominal y acelerar el metabolismo. Por ello, en lugar de correr al mismo ritmo durante todo el entrenamiento, intenta alternar entre periodos para llevar el cuerpo al máximo y tener periodos de recuperación. Por ejemplo realiza un entrenamiento para caminar y trotar, un entrenamiento de cinta de correr durante 45 minutos, o bien, un entrenamiento de 45 minutos para caminar correr y correr, entre otros.
Rodillas altas
El trabajar duro para disminuir el peso corporal total no es sencillo. Así que una forma de fortalecer todo el núcleo, es haciendo intervalos de un minuto en el que corras con las rodillas lo más alto que puedas. Concéntrate en usar los abdominales en lugar de los músculos de las piernas para levantar las rodillas.
Efecto postcombustión
Para quemar grasa corriendo tienes que asegurarte de que el cuerpo quema más calorías de las que ingieres. Los atletas suelen comer muchos carbohidratos para llenar los depósitos de glucógeno de los músculos. El consumo de carbohidratos puede interferir con el metabolismo de las grasas. Esto significa que si reduces las reservas de grasa, no deberás comer ni beber nada con azúcar después del entrenamiento. El cuerpo va a querer volver a estar como antes y necesitará de energía. Así que continúa quemando calorías incluso después de haber terminado tu sesión.
En conclusión, la mejor forma de bajar de peso es llevar una combinación de running, una buena nutrición y cambiar el ritmo de tu entrenamiento. Así podrás optimizar tu pérdida de peso.