Aunque muchos creen que el teletrabajo ayuda a equilibrar la vida personal y laboral, un estudio llevado a cabo por las Naciones Unidas ha demostrado que quienes trabajan en casa reportan altos niveles de estrés. Sigue leyendo para saber cómo manejarlo y que no se salga de control.
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Un estudio en el que se incluyeron 15 países: Reino Unido, India, Estados Unidos, Japón, Argentina, Finlandia, Brasil, Bélgica, Alemania, Francia, España, Hungría, Italia, Suecia y los Países Bajos, descubrió que el 41 por ciento de los empleados que trabajan en sus casas estaban mucho más estresados que el 25 por ciento que trabajaba en una oficina fuera de su hogar.
Muchas personas creen que el estilo de vida que lleva una persona que trabaja en su casa es mucho menos estresante que quienes tienen más libertad, pero lo cierto es que es al revés. En parte, el estrés proviene del uso de dispositivos móviles y del “aislamiento”.
¿Qué es lo más estresante de teletrabajar?
La gran mayoría de las personas se sorprenden del estrés que pueden tener por teletrabajar, pues no viajan ni interactúan con compañeros de trabajo tóxicos. Sin embargo, estas son las fuentes más comunes de estrés que enfrentan quienes trabajan en su hogar:
Falta de estructura: sentir falta de límites sobre cuándo iniciar el trabajo y terminarlo, como así también cuándo levantarse y cuándo ir a dormir, o cuándo apagar los dispositivos móviles. Para muchas personas puede ser difícil crear esa estructura.
Muchas distracciones: muchos se olvidan que aquellos que están trabajando en sus casas precisan “trabajar”. Esto quiere decir que los llaman a todas horas del día y no pueden comprender “lo siento, preciso trabajar ahora” es tan válido como decir “lo siento, me comunicaré contigo cuando salga del trabajo”. El problema de esto es que las interrupciones pueden ser tantas que el trabajo se entrecorta, cuando debería ser establecido desde tal hora a tal otra.
Problemas para establecer límites: como se mencionó anteriormente, puede ser muy difícil establecer límites con los demás cuando las personas esperan que tengas tiempo para hablar cuando ellos lo hacen.
Aislamiento social: claro está que es más fácil enfocarse en el trabajo cuando no hay compañeros, pero, aunque la soledad a veces puede ser maravillosa, cuando no nos encontramos con otras personas (aparte de las que viven en casa), podemos sentirnos muy solos.
Falta de concentración: aunque muchas personas que trabajan desde su hogar lo hacen por cuenta propia, puede ser complicado mantenerse fiel a sus objetivos personales cuando hay tantas distracciones. Por tanto, es vital mantener el enfoque en el futuro si se tienen metas.
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Para evitar el estrés de trabajar en casa establece un horario en vez de trabajar cuando encuentres tiempo, crea tu propia red con compañeros de trabajo o personas con ideas afines a través de grupos de redes sociales, recompénsate para mantener la motivación, no te incomodes al decir que no, protege tu sueño y no utilices dispositivos móviles a altas horas de la noche.
Imágenes: Diario Financiero, Diariocorreo