El practicar golf como mínimo una vez al mes se vincula con la reducción en el riesgo de muerte en personas con edades mayores. Una investigación que se presentará en la Conferencia Internacional sobre Accidentes Cerebrovasculares 2020 que se celebra en América Stroke Association en Los Ángeles, en la cual asisten médicos e investigadores centrados en la salud del cerebro y la prevención de los infartos cerebrales.
Entrenar golf apto para personas mayores
El golf es un deporte que practican millones de personas y que aporta beneficios a las personas mayores, sobre todo a los supervivientes de ataques al corazón o un ictus (derrame cerebral). Se trata de una actividad física al aire libre y social con un ritmo de esfuerzo controlado que se puede regular. Así que estos factores se vinculan con una mejora de la salud y una gran motivación. Por lo que las Guías Oficiales para la Actividad Física del Departamento de Salud y Servicios Humanos en Estados Unidos recomienda que se incluya este deporte como parte de una gran alternativa para la salud.
Para llegar a estos resultados, investigadores del Estudio de Salud Cardiovascular emplearon datos de un informe observacional y poblacional sobre los factores de riesgo que se relacionan a las enfermedades cardiovasculares y cerebrovasculares en adultos a partir de los 65 años. Comenzando en el año 1989 y terminando en 1999, los participantes fueron sometidos durante una década a extensos exámenes clínicos anuales con más de una visita de control cada seis meses.
Una vez completados los análisis médicos, los participantes continuaron siendo controlados mediante llamadas telefónicas para monitorizar posibles enfermedades de salud que pudieran sufrir. También para obtener información sobre sus hábitos de vida. En ese sentido, los que jugaban al golf al menos una vez al mes fueron clasificados como golfistas habituales.
De los 5.900 participantes con una edad promedio de 72 años, los investigadores identificaron a 384 como golfistas habituales. Un 40% eran hombres y, por ende, una mayor predisposición natural a sufrir problemas arteriales. Al final del estudio, el 8% de los golfistas había sufrido infartos cerebrales y el 9% ataques al corazón. Y aunque parece una tasa alta, habría que compararlo con la población en general que no practicaba regularmente un deporte. El Jogging y las caminatas de baja intensidad pueden ser ejercicios comparables, aunque carecen de la emoción competitiva del golf.
Así que el golf afecta positivamente a la salud, ya que se practica bajo un ambiente menos contaminado, las interacciones sociales promueven la autoestima, los adultos mayores pueden seguir practicándolo al no suponer mayor desgaste físico, reduce el estrés e incrementa la relajación.