La sardina es un pescado azul con grandes propiedades que resulta una gran ventaja para la salud, por lo que es uno de los mejores alimentos para incluir en la dieta. Son fáciles de comer y van de maravilla en ensaladas, como snack o en una tosta. Así que si no eres muy fan de las sardinas en lata, echa un vistazo a sus beneficios para que de una vez por todas quedes enganchado a ellas ¡te sorprenderá!
Beneficios
Las sardinas en lata aportan vitaminas del grupo B, calcio, yodo y Omega-3. Y es que consumirlas supone un extra a la vitalidad de las uñas y el cabello. Además, asegura una buena salud celular, un óptimo funcionamiento de los riñones, combate el colesterol, regula los niveles de triglicéridos y mantiene el peso a raya.
De igual forma, las sardinas cuentan con fósforo y proteínas que te mantendrá saciado por un buen periodo de tiempo y promueve el desarrollo muscular. Por esta razón, la ingesta de sardina es recomendada en la infancia, adolescencia y el embarazo (en este último, habría que comentarlo con el ginecólogo para comprobar que no hay un tipo de hipertiroidismo). Al contar con vitamina D, ayuda a liberarte de los constipados a la vez que mantiene fuerte el sistema inmune.
El contenido graso varía en función de la especie, la zona que se haya criado e incluso la época del año en que se pescó. Pero 100 g de sardinas tiene alrededor de 6 g de grasas saludables, por lo que se considera un pescado excelente para el organismo.
Por todo ello, ya sabes que puedes el incluir una lata de sardinas a tu dieta sin ningún temor. Solo recuerda que la porción sea la adecuada para que no resulte contraproducente. Ahora solo queda buscar recetas para compartir con los tuyos.
Imagen: conservasartesanas