Si eres una persona que ama el deporte, puede que hayas alcanzado el punto en el que un brazo tiene más masa muscular que el otro, dotándolo de un diámetro mayor. Y es que al ejercitarse, hay un proceso de adaptación que puede llegar a crear desbalances entre los músculos, lo que va a favorecer la aparición de lesiones y molestias. Pero ¿acaso sabes por qué sucede esto? Si tu respuesta ha sido negativa, sigue leyendo para que descubras qué es lo qué pasa.
Más fuerza de un lado
La causa más frecuente de una descompensación muscular es que un lado del cuerpo tiene más fuerza que del otro. Esto quiere decir que si eres diestro, por lo regular la mayor fuerza es del lado derecho en comparación con el izquierdo. Así que al ejecutar dominadas, el lado derecho levantará más peso. La forma para corregirlo, es mediante la realización de ejercicios unilaterales para poder trabajar una extremidad de manera aislada y luego la otra.
Falta de movilidad
Los desbalances musculares no solo afectan la fuerza, sino que pueden llegar a dañar la movilidad. Por ejemplo, aquellas personas que trabajan en una oficina utilizando el mouse todo el tiempo, tienen más flexibilidad en un pectoral u hombro. De igual forma, los músculos del lado derecho de la espalda se elongan y rotan hacia dicho lado, provocando una descompensación muscular que puede llegar a pinzar un nervio o causar contracturas en los músculos paravertebrales. La forma de corregirlo, es mediante la realización de una rutina de estiramientos completa. Asimismo, puede resultar eficaz una variante de Yoga.
Pero esto no es un problema, ya que si se detecta y se corrige pronto, va a evitar que el músculo más desarrollado tire de los tendones y perjudique la postura. Por ello trabaja de manera correcta para lograr una simetría. Sin embargo, recuerda que las indicaciones de un profesional especializado es clave para ir a la segura.
Imagen: centrodeosteopatia.