La trimetilamonuria es una enfermedad rara en la que el paciente presenta un olor similar al pescado podrido. Su nombre común es el síndrome del olor a pescado o síndrome del mal olor. Siendo una enfermedad metabólica que se caracteriza por un defecto de la enzima hepática flavin monooxigenasa 3 (FMO3). Así que la ausencia de dicha enzima en el cuerpo no metaboliza correctamente la trimetilamina y su liberación le da ese olor.
Causas
Según el Journal of Clinical and Aesthetic Dermatology, el síndrome de olor a pescado puede ser heredado o adquirido, dependiendo el historial del paciente. Existen ciertas variantes como son:
Herencia genética. En este caso, la causa se debe a las mutaciones en el gen FMO3. Siendo una enfermedad autosómica recesiva, lo que quiere decir es que no está ligada al sexo y solo se manifiesta bajo situaciones específicas.
Causas adquiridas. Tal como lo indica la Revista Española de Nutrición Humana y Dietética, la trimetilamonuria secundaria se produce por daños en la función renal o hepática. Asimismo, puede deberse a la ingesta excesiva de precursores de TMA que se administran como fármacos para la enfermedad del Alzheimer y otras condiciones.
Cómo sobrellevar la enfermedad
La trimetilamonuria no tiene un tratamiento para acabar con ella. Sin embargo, existen factores clave para poder sobrellevar la enfermedad. Entre ellos está:
Higiene. Los pacientes con síndrome de olor a pescado aprenden a mantener una higiene estricta. En cuanto empiezan a sentir el olor, enseguida se cambian de ropa. También es necesario el lavado de la superficie epidérmica con un jabón de pH bajo para evitar daños y descamaciones.
Dieta. La dieta es clave para manejar las trimetilamonuria. Los pescados y mariscos son ricos en TMAO. Así que los pacientes con la enfermedad, evitan comerlos para minimizar el mal olor emitido. La colina es un nutriente esencial contenido en la carne roja, los cacahuates, los huevos, el pollo y muchos alimentos. Por desgracia también es un precursor del síndrome, por lo que muchos pacientes dejan de consumir comidas ricas en lecitina, glicina y colina.
Por tal motivo, un paciente con este trastorno debe recibir un tratamiento a largo plazo, haciendo hincapié en el aspecto psicológico y dietético. Pero una persona con trimetilamonuria puede ser capaz de llevar una vida digna.
Imagen: vix