Los corredores, maratonianos o atletas suelen presentar problemas en la piel. Lo malo es que esto puede llegar a aumentar las posibilidades de sufrir algún tipo de cáncer en la misma. Así que es momento de prevenir todo ello, al seguir unas simples medidas o soluciones sin tener que frenar el entrenamiento
Estudio
En el año 2016 se publicó un artículo Malignant Melanoma in Marathon Runners, en el que el departamento de Dermatología de la Universidad austriaca mostraban los resultados de dicho estudio. Para ello se llevo a cabo una encuesta con 210 participantes en una maratón junto con un grupo de control que no practicaba deporte.
De los deportistas, 24 fueron con el dermatólogo debido la presencia de manchas sospechosas de un cáncer de piel. Más de la mitad de los deportistas dijeron utilizar crema de protección solar para entrenar y competir, mientras que un 42% solo la utilizaban de manera ocasional.
Este tipo de deportistas que se exponen a elevados niveles de radiación ultravioleta junto con un ejercicio intenso, puede alterar el funcionamiento del sistema inmune, lo que incrementa las posibilidades de desarrollar un melanoma maligno.
Soluciones
El uso de crema de protección solar debe ser parte del entrenamiento. Así que antes de ir a correr, independientemente que haga sol o no, habría que considerarlo.
Los deportistas que entrenan de forma aeróbica al aire libre durante 30 minutos al día como los alpinistas, esquiadores, ciclistas, maratonianos y tenistas, entre otros, tienen mayor riesgo de padecer lesiones cutáneas originadas por la radiación solar.
Así que la solución sobre su equipación incluyen gorras protectoras, ropa deportiva adecuada y gafas de sol contra las radiaciones ultravioleta. De igual forma, las cremas hidratantes también son clave en la fase de recuperación del ejercicio.
Es importante el uso de crema solares resistentes al agua y aplicarlas según las especificaciones del fabricante, ya que al practicar el deporte, el sudor va a estar presente y, si la crema no se coloca antes de salir a correr, se diluirá con el sudor y terminará uno sin nada.
Ahora bien, si el sol genera problemas graves para la piel, el viento y el frío también lo son. Es que es muy común encontrar maratonianos con una piel envejecida 10 años más con manchas, arrugas, piel poco flexible y labios cortados.
Esto se debe a que el viento y el frío favorecen la deshidratación de la piel. El frío provoca que el cuerpo intente protegerse de la pérdida de calor, minimizando el riesgo sanguíneo, impidiendo que lleguen los nutrientes suficientes debilitando la piel y provocando daños.
Otros mecanismos de defensa de la piel es engrosar la última capa de la epidermis, dando un efecto de cuero. Así que hidratar la piel tras cada sesión con el uso de cremas hidratantes va a permitir tener una piel resistente y flexible.
Así que no eches en saco roto todos los cuidados de la piel tras salir a entrenar y evita problemas a futuro.