Levadura fresca vs Levadura seca
Antes de hablar de las diferencias que hay, es necesario detallar que la levadura es un hongo microscópico que frente a un almidón y llevado a cabo un proceso de fermentación, es capaz de convertir productos en otros alimentos para producir dióxido de carbono. En el caso de los panificados, servirá para formar volumen y este sea más esponjoso a partir del aire que libera.
En cuanto a la levadura fresca, como su nombre lo indica es el estado más fresco de la levadura. Solamente se encuentra el hongo prensado y suele presentar en forma cuadrada o rectangular. Es necesario aclarar que este tipo deberá utilizarse en los siguientes días, ya que no suele durar demasiado y siempre deberá conservarse en la heladera.
La levadura seca viene en presentación de sobre y es un tipo de levadura que ha sido sometida a un proceso de liofilización. Esto quiere decir que fue congelada y deshidratada y, puede almacenarse por más tiempo sin que se eche a perder.
Una de los más notables diferencias entre estos dos tipos de levadura es que, la levadura seca tiene que incorporarse directamente en el amasado junto con harina y no con el agua. Además, tiene mayor compuesto fermentativo y por eso su cantidad a utilizar será menor.
El contenido de la levadura fresca es significativo y cuenta con minerales, vitaminas y aminoácidos que puede complementar alguna deficiencia nutricional, siendo adecuada como suplemento en las dietas vegetarianas. También resulta benéfica para el cabello, la piel y las uñas
Sin embargo, cabe señalar que el consumo directo de la levadura fresca puede resultar peligroso, principalmente porque la estructura granular de los hongos permite que la levadura pueda sobrevivir en ambientes volátiles como el estómago.
La levadura seca es alta en fibra natural, lo que ayuda al sistema digestivo. La gran cantidad de vitamina ayuda al metabolismo y la regeneración celular de los tejidos como las uñas, la piel y el pelo e incluso se utiliza como remedio para tratamientos de acné. También resulta excelente para combatir la obesidad o anemia y ayuda a reducir el colesterol malo.
Tanto la levadura seca como la levadura fresca hacen un trabajo excelente. Así que la diferencia apenas si se nota. Por lo que está en ti elegir aquella con la que mejor te sientas.
Imagen: casaperris