Quizás, en algún momento hayas escuchado hablar sobre el chitosán, pero sino estás familiarizado con lo que es y su aporte para la salud. Entonces vale la pena conocer más al respecto para que puedas incluirlo en la dieta, si es que lo consideras apto según tus antecedentes clínicos. Así que ve a la segura. ¡Sigue leyendo!
Qué es el chitosán
El chitosán es un extracto de crustáceos marinos. Siendo un hidrato de carbono formado por la unión de varias moléculas de azúcar que sirve como reserva de glucosa para la formación de estructuras y aporte de energía. Suele utilizarse en la medicina, ya que tiene grandes beneficios para el organismo.
Beneficios
El chitosán aporta una gran cantidad de nutrientes, entre ellos el calcio que junto con las vitaminas resulta excelente para la absorción, asimilación y transporte de hierro en la sangre. Asimismo, combate la hipertensión arterial, ayuda al buen funcionamiento del sistema digestivo, minimiza el nivel de colesterol malo y elimina las toxinas del hígado.
Asimismo, mejora el proceso de digestión y resulta excelente en ciertas patologías como problemas de reflujo, úlceras gástricas y gastritis. Debido a su acción antibacteriana y antifúngica, permite combatir el desarrollo de ciertas especies de hongos y bacterias.
Una investigación sobre el chitosán ha demostrado que ayuda en el proceso de adelgazamiento. Además, también actúa como supresor del apetito. Una vez ingerido, este compuesto tiende a hincharse, incrementando la sensación de saciedad, lo que a su vez controla el apetito y limita el consumo de calorías.
El chitosán tiene un poder antioxidante, ayudando a los efectos protectores contra el estrés oxidativo y el daño causado por los radicales libres y el envejecimiento prematuro del cuerpo.
Así que si te interesa la ingesta del chitosán, habría que consultarlo con el médico para ver si es apto para ti y saber qué dosis es la correcta.
Imagen: eucerin