El tamarindo (tamarindus indica) puede utilizarse para elaborar diferentes preparaciones. Dentro de ellas se destaca la infusión o el té, ya que a partir de ella puedes obtener sus propiedades y grandes beneficios para la salud de forma natural y muy efectiva.
Para qué sirve el té de tamarindo
Febrífuga: cuenta con propiedades febrífugas, por lo que se emplea para minimizar el incremento de la temperatura corporal que se debe a ciertas enfermedades.
Antihelmíntica: las hojas de tamarindo tienen grandes propiedades antihelmínticas, ya que resultan ideales en el tratamiento de parásitos intestinales. La infusión al ser ingerida por niños es muy segura, ya que no tiene efectos secundarios.
Digestiva: debido a su aporte de fibra, el fruto del tamarindo es eficaz como remedio para las personas que padecen de estreñimiento o digestiones lentas. Asimismo, dichas fibras que contiene la fruta contribuyen a nivelar el colesterol malo.
Depurativa: el tamarindo cuenta con propiedades depurativas que ayudan a eliminar las toxinas del organismo. Así que suelen emplearse las hojas de tamarindo para el hígado.
Diurética el tamarindo ayuda a tratar cálculos renales, infecciones urinarias y retención de líquidos.
Propiedades cardiovasculares: estudios científicos han observado que el tamarindo tiene un potente poder antioxidantes y es capaz de ayudar a prevenir al arteriosclerosis.
Tonificante: El tamarindo cuenta con un alto contenido en ácidos orgánicos que aportan propiedades refrescantes y tonificantes. Así que lo ideal es en bebidas en caso de someterse a entrenamientos deportivos.
Cómo se prepara el té de tamarindo
Para realizar esta bebida llena de virtudes tan solo debes desecar 5 hojas de tamarindo. Cuando estén secas se necesario poner a hervir un litro de agua y verter las hojas durante 5 minutos. Transcurrido el tiempo, cuela la infusión y endulza con un poco de miel. Listo ¡A disfrutar!
Así que date la oportunidad de sentirte bien con esta deliciosa infusión de tamarindo y ve como el organismo empieza a sentirse bien.