Los dolores musculares forman parte de la vida de muchas personas, sobre todo de aquellas que se ejercitan o tiene una vida muy ajetreada (donde el estrés y una mala postura pueden propiciar dicho malestar). Sin embargo, hoy en día existen miles de alternativas para aminorar el dolor muscular como el saco de semillas.
Qué es un saco de semillas y para qué sirve
Un saco de semillas es una bolsa de tela de algodón suave y tamaño reducido (para que se pueda manejar con total facilidad). Esta relleno de varias semillas y tiene a particularidad de ser térmicas. Estos sacos se pueden moldear y en función de lo que se requiera, se pueden enfriar o calentar para poder calmar el dolor.
Para calentarlo, solo se requiere meterlo al horno de microondas unos 2 a 3 minutos, dependiendo la potencia del aparato. Pero siempre es mejor ir calentando de a poco para saber cuál es el tiempo idóneo. Una vez que este caliente se coloca en la zona afectada para calmar los dolores musculares, cervicales, tendinitis, tortícolis y menstruales, ya que activa la circulación de la zona afectada, generando un alivio casi de inmediato al relajar la musculatura para que vuelva a la normalidad lo antes posible.
En frío también resultan benéficos estos sacos de semillas, ya que alivian los dolores de cabeza, moretones, esguinces, picaduras de insectos o párpados cansados. Para ayudar a que se mantenga a esa temperatura por más tiempo, se puede envolver el saco en plástico y meterlo a la nevera hasta que se requiera.
Qué semillas llevan
Para rellenar los sacos, existen varias opciones como semillas de trigo, linaza, arroz, huesos de cereza, huesos de aceituna, menta, eucalipto, cebada, lavanda, entre muchos más. Solo habría que elegir la textura que resulte cómoda con un aroma agradable.
Como te darás cuenta, estos sacos de semillas son muy útiles y ofrecen una sensación de alivio y bienestar al instante. Así que si tienes tiempo, puedes crear el tuyo. Pero sino, esta la opción de adquirirlo.