Uno bromea constantemente al decir que quiere comerse al mundo en dos patadas cuando logra tener un trabajo. Sin embargo, tras una jornada laboral de noche, las personas pueden pensar que se puede sacar provecho al decir que hay menos gente o que los patrones son indiferentes en esos horarios. Pero el trabajar de noche puede traer riesgos de salud considerables.
Qué le pasa al cuerpo tras una jornada laboral de noche
Un estudio de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) revela que las personas envejecen cinco años por cada 15 años de trabajo nocturno. Esto es porque no estamos preparados física y mentalmente. De modo, que el grado de concentración se minimiza y se produce un desgaste extra que termina por agravarse con el paso del tiempo.
La Organización Mundial de la Salud considera que los turnos nocturnos son una causa posible de cáncer, debido a que se interrumpen los ritmos cicardianos. El problema es que tenemos un reloj biológico interno que está programado en función del mundo externo y como resultado de la exposición al ciclo de la oscuridad.
El ignorar el reloj biológico hace que se active el eje del estrés, que es la forma en que el cuerpo reacciona en una situación de huida. Esto a su vez ocasiona que se esté inyectando glucosa en la circulación, incrementando la presión sanguínea y poniéndonos en estado de alerta para lidiar con una potencial amenaza que no hay, ya que solo se está trabajando.
Asimismo, en algunos casos genera enfermedades debido a una baja de defensas y pérdida de atención, lo que repercute en accidentes laborales. Además, los niveles sostenidos de estrés pueden dar lugar a enfermedades cardiovasculares o anomalías metabólicas como la diabetes tipo 2.
El trabajar de noche puede llevarnos a obtener información de manera incorrecta, al no comprender los signos de comportamiento verbal de los demás, pérdida de empatía y cansancio crónico.
Una investigación sugiere que el consumo de carbohidratos puede subir hasta un 40% en tan sólo cinco días de sueño restringido. Esto se debe al aumento del nivel de una hormona llamada grelina que nos hace tener hambre y nos alienta a consumir alimentos con carbohidratos y azúcar.
Así que estos inconvenientes pueden resultar sumamente graves, pero no todos afectan del mismo modo a todas las personas. Por lo que si has decidido empezar tu trabajo en altas horas de la noche, convendría considerar todo esto para saber si es la mejor decisión.