La pingüica o chinkuili (Arctostaphylos punges) es de la familia Ericaceae. Es una baya en forma de manzana muy pequeña que crece en arbustos que pueden llegar a medir hasta 3 m de altura. Es nativo del sudoeste de los Estados Unidos y prácticamente en todo el territorio de México. El sabor de los frutos es agridulce, de corteza roja y suave. Se usa en la elaboración de bebidas alcohólicas, batidos, jaleas, mermeladas e incluso para aromatizar sopas. Sin embargo, las propiedades de la pingüica le otorgan un gran reconocimiento para la salud.
Beneficios
A pesar de ser una planta utilizada desde hace muchos siglos, se caracteriza por ser un cultivo que no ha sido sistematizado. Pero el fruto es muy popular, ya que se utiliza como diurético para la pérdida de peso y reducir el vientre. Esto se debe a que elimina líquidos y desinflama el cuerpo causado por toxinas a la vez que acelera el metabolismo.
Por otro lado, es un analgésico que ayuda a minimizar dolores de cabeza, musculares, golpes o dolores causados por enfermedades como fibromialgia, lupus y dolores menstruales. También es un cicatrizante natural de heridas o quemaduras, ya sean grandes o pequeñas.
Es un expectorante que ayuda eliminar flemas, resfriados, catarro y desinflamar los bronquios. Además se puede realizar una infusión con pingüica y eucalipto para potenciar su efecto. También tiene propiedades antisépticas de vías urinarias, previniendo la formación de cálculos renales.
Otra de sus virtudes que quizás es menos conocida es que ayuda a aclarar la piel y eliminar manchas del cuerpo y rostro que por lo regular se debe a estar expuesta a los rayos ultravioleta del sol.
Así que con todos estos beneficios de la pingüica, bien valdría la pena adquirir este pequeño fruto y cerciorarse por uno mismo de su gran valor para la salud.