Cada vez son más y más personas las adquieren cigarrillos electrónicos por pensar que les ayuda a sobrellevar el vicio, o bien, porque han escuchado que resulta menos perjudicial para la salud que el cigarrillo tradicional. A tal grado de convertirse en moda, pero no saben realmente lo que pasa en el organismo. Así que es mejor ir a la segura antes de tener un buen arsenal de dispositivos para vapear.
Qué es vapear
Vapear (vapor) es inhalar el vapor creado por un cigarrillo electrónico o dispositivo. Dichos cigarrillos funcionan con pilas y cuentan con cartuchos repletos de líquido que suele ser nicotina, sustancias químicas y saborizantes. El líquido se calienta y se convierte en vapor, que la persona inhala.
Efectos para la salud
El vapeo apenas tiene poco, por lo que no se sabe con seguridad cómo afecta al cuerpo a largo plazo. Pero investigadores han señalado los efectos inmediatos que trae consigo como irritación y daño a los pulmones e incluso la muerte. Y es que al vapear, se introduce nicotina al cuerpo y puede hacer que el desarrollo cerebral en niños y adolescentes sea más lento, lo que afecta la memoria, la concentración, el aprendizaje, el estado de ánimo y la atención.
De igual forma, incrementa el riesgo de sufrir otro tipo de adicción en la vida adulta y, por ende, a consumir otro tipo de tabaco. Además, algunas personas usan los cigarrillos electrónicos para vapear aceite de THC (tetrahidrocannabinol), mariguana y otras sustancias químicas peligrosas, que se traduce en afecciones en el modo de pensar, actuar y sentir.
Así que lo vean por donde lo vean, el vapear tarde o temprano te conducirá a enfermedades. Lamentablemente, los niños y los adolescentes se están convirtiendo en clientes de por vida. Por ello, es importante ayudar a aquellos que están comprometidos con el cigarrillo para que comprendan los riesgos y asuman el control de su salud.
Imagen: undeu