La remolacha o betabel es una hortaliza energética, que se encuentra aconsejada en casos de anemia y cálculos renales, debido a su contenido en hierro y antioxidantes. Se considera laxante, dado que sirve para mejorar la función hepática, las enfermedades de la sangre y las infecciones urinarias. Contiene vitaminas del complejo B, folatos y fibra soluble e insoluble que ayudan a mantener el tracto intestinal funcionando adecuadamente y los niveles de azúcar en la sangre y colesterol controlados. Continúa leyendo para conocer algunos beneficios de la remolacha.
Betabel contra la tiroides, el colesterol y la hipertensión
La remolacha cuenta con pigmentos denominados antocianinas, que son unos potentes antioxidantes que le dan, además, su color característico. Estos ayudan a bloquear el efecto perjudicial de los radicales libres. Existen diversas situaciones que incrementan la producción de radicales libres como, por ejemplo, la contaminación ambiental, las infecciones, el tabaquismo, el ejercicio físico intenso, el estrés, la sobreexposición al sol y las dietas ricas en grasas. Hoy en día se sabe que la modificación del colesterol malo desempeña un papel fundamental en el comienzo y desarrollo de la aterosclerosis.
Los antioxidantes ayudan a bloquear los radicales libres que modifican el llamado “mal colesterol” (LDL-c), con lo que ayudan a disminuir el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares y cerebrovasculares. Por otro lado, la retención de líquidos y los cálculos renales pueden ser tratados con el consumo de betabel, porque contiene un ácido orgánico llamado ácido oxálico que abunda también en las espinacas y acelgas y forman complejos insolubles con minerales en el intestino como el hierro y el calcio que impiden su asimilación. Cabe destacar también, que el betabel tiene una acción diurética que elimina el exceso de líquidos del organismo.
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Si quieres que tus remolachas sean mucho más nutritivas, una vez que estén en el hogar, deberás mantenerlas en la nevera y dentro de una bolsa plástica. Así durarán de dos a tres semanas. No se aconseja congelar el betabel crudo porque se reblandece. La remolacha es una hortaliza que puede consumirse cruda en ensaladas, pero resulta más digerible si se la hierve.