La vitamina C o ácido ascórbico es un nutriente primordial para el desarrollo y el funcionamiento de varias partes del cuerpo. Incluso juega un papel importante en el mantenimiento de la función inmune adecuada. Ciertos animales pueden producir vitamina C, sin embargo los seres humanos debemos obtenerla de los alimentos y otras fuentes. Pero la mayoría de los expertos recomiendan obtener dicho nutriente de una dieta rica en frutas y verduras en lugar de los suplementos a base de químicos.
Perlas de vitamina C
Como no hay nada mejor que lo natural, realiza tu propio suplemento, al fin que es rápido, fácil y de un bajo costo. Para ello, vierte en un recipiente 1 cucharada de polvo de rosa de mosqueta, 1 cucharada de polvo de amla (grosella espinosa de la India) y 1 cucharada de acerola (cereza de Barbados) en polvo. Vierte un poco de miel o jarabe de agave tibio y mezcla hasta unificar. Agrega más miel para que obtener una consistencia espesa (no pegajosa ni húmeda). Ahora forma bolitas del tamaño de un guisante. Puedes revolcarlas en polvo de naranja o en la mezcla de polvos. Guarda en un recipiente hermético.
Polvo de cáscara de naranja
Este suplemento de vitamina C es libre de químicos y sin efectos secundarios. Así que pela unas naranjas y deshidrátalas en el horno hasta que estén secas y muy crujientes. Deja enfriar y muele hasta obtener un polvo fino. Vierte a un recipiente hermético y deja en un lugar fresco. Transcurrido el tiempo de almacenamiento, toma un poco y agrega a los batidos, ensaladas, infusiones, zumos, postres o cremas.
Así que date la oportunidad de prevenir enfermedades y evita desarrollar cánceres que pueden terminar en desenlaces fatales con estos suplementos naturales. No olvides acompañarlos de una dieta equilibrada con alimentos ricos en vitamina C como pimiento, col rizada, coliflor, fresa, brócoli.