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Es difícil resistirse a la tentación de utilizar métodos para bajar de peso rápidamente. Sin embargo, cuando se quiere adelgazar, lo más importante es tener unas expectativas realistas, ya que no existe una fórmula mágica para reducir tallas. Aunado a ello, las pastillas para adelgazar pueden ayudar, pero no funciona para todo el mundo e incluso puede tener efectos secundarios potenciales, por lo que se deben discutir las posibles opciones con el médico o el dietista.
Cómo funcionan las pastillas
Minimiza el apetito. Afecta al hipotálamo, región del cerebro que regula el apetito. Bloquea la recaptación de la serotonina y la norepinefrina, mensajeros químicos encargados de la sensación de saciedad. Así que cuanta mayor cantidad de estas sustancias químicas circule en el cerebro, mayor sensación de saciedad y, por ende, se come menos.
Impide que el cuerpo absorba parte de la grasa que se ingiere. Inhibe la acción de una enzima llamada lipasa, la cual es encargada de la degradación de la grasa en el intestino. Al inhibir dicha enzima, un porcentaje de la grasa que se ingiere es eliminada del cuerpo a través de los movimientos intestinales en lugar de ser descompuesto y absorbido.
Tipos de pastillas
Laxantes y diuréticos: se trata de pastillas para adelgazar compuestas por plantas que tienen propiedades diuréticas como los tés y las infusiones.
Inhibidores del apetito: pastillas para adelgazar con una excesiva presencia de fibra, la cual contribuyen a la saciedad a la vez que reduce la sensación de hambre.
Inhibidores de la absorción de grasas: pastillas para adelgazar que liberan en el interior del organismo unas sustancias llamadas lipasas, las cuales rechazan las grasas antes que se instalen en el organismo.
Efectos secundarios
Es importante llevar un control médico adecuado tras el consumo de este tipo de método, ya que las consecuencias que puede traer consigo son varias como manchas en la piel, dolores de cabeza, nauseas y mareos, diarrea frecuente e hipertensión arterial. Esto es porque sus componentes suelen ser una combinación de cafeína y un menú variado de diuréticos, que además genera una pérdida de agua y a la larga esto podría traducirse en una deshidratación severa, desencadenando problemas graves en riñón e hígado.
Además, su uso está contraindicado en varios casos como por ejemplo en mujeres embarazadas o lactando, personas con diabetes, con hipertensión, con trastornos cardiacos o de la glándula tiroides. También se prohíbe en caso de sufrir enfermedades inflamatorias del tracto intestinal o si hay un antecedente médico de estreñimiento.
En conclusión, está bien querer tener una figura de envidia, pero no deberíamos de poner en peligro la salud para lograrlo. Así que la forma más eficaz de perder peso y mantenerse en forma es a través de cambios de estilo de vida. Es importante llevar a cabo una dieta saludable baja en calorías con alto contenido en fibra y realizar una actividad física de manera constante.